Tan necesario como único e imprescindible, es el minucioso trabajo realizado por el contratenor Héctor Sosa. Su valiosa y armoniosa incursión al canto, es sin lugar a dudas destacada, y ya se tiene en la memoria musical de México -ganado por derecho propio-, el registro de su voz que calificó el poeta Eduardo Lizalde de: “peculiar tesitura”. A ello agreguemos los más de veinte años dedicados a la docencia, a la enseñanza del canto, con clara pasión por compartir todo lo aprendido por él, durante las cuatro décadas que suman su invaluable y grata vocación.