Veronika es una joven completamente normal. Es guapa, no le faltan pretendientes y tiene un buen trabajo. Su vida transcurre sin mayores sobresaltos, sin grandes alegrías ni grandes tristezas. Pero no es feliz. Por eso, una mañana de noviembre, Veronika decide acabar con su vida. Sueños y fantasías. Deseo y muerte. Locura y pasión. En su camino hacia la muerte, Veronika experimenta placeres nuevos y halla un nuevo sentido a la vida, un sentido que había permanecido oculto, cuando tal vez ya sea demasiado tarde para echarse atrás.
Veronika decide morir plantea que cada segundo de nuestra existencia optamos entre la alternativa de seguir adelante o de abandonar.