De mano de la esquiva y reservada protagonista de esta historia —una insólita señorita a la que a pesar de estar ahí, ni se la oye ni se la ve (o, al menos , eso es lo que parece)— , nos adentramos en particular relato que encierra este inhóspito y lejano pueblo llamado Ventaquemada: un lugar sepultado en entre el olvido y la soledad en donde sus únicos habitantes, un viejo taxidermista y su veciona inválida, dependen de la voluntad de un camionero.