Este libro estudia, desde el punto de vista histórico, el problema clásico de las ciencias sociales acerca del significado político de las masas urbanas, es decir, la disyuntiva de si los cambios sociales suscitados por la urbanización de América Latina y la trasferencia de millones de personas del campo a la ciudad implicaban una amenaza capaz de subvertir el orden social capitalista o si podían ser empleados para asegurar la continuidad del sistema en una situación de trasformación acelerada de la sociedad. La obra es una historia sobre las tecnologías sociales que se pusieron a prueba en Santiago de Chile, Buenos Aires y Ciudad de México frente a los dilemas planteados por la emergencia de las masas urbanas en la segunda mitad del siglo xx.