Culta, precisa, más amiga del estremecimiento sutil que del zarandeo desbocado: así es la poesía de William Wordworth, que se presenta por primera vez al lector en español. Una mujer en el mercado de Oaxaca o una serpiente que piensa en Dafne son sólo algunos de los personajes qeu cruzan unos poemas en los que el destino individual y la corriente de la historia se entrelazan como en una cadena de adn.