Hanna es una niña con trisomía 21 que busca a su padre, y Marius es un hombre que huye, aunque no sabemos de qué, y que decide ayudarla en su búsqueda. Así, ambos emprenden un viaje en el que se encontrarán con una serie de personajes cuya singularidad condensa todo un desfile de resacas históricas, políticas y sociales de Occidente: un coleccionista que se niega a salir de su atiborrada tienda, un fotógrafo obsesionado con retratar animales y personas con discapacidad, una familia que busca encender la llama de la revolución a partir de modestos carteles, una secta judía dedicada a memorizar y transmitir la historia del siglo XX.
Gonçalo M. Tavares, nombrado por la crítica con unanimidad casi absoluta como uno de los escritores más sobresalientes de nuestros tiempos, nos ofrece una novela que destaca por su audaz disposición a cuestionar convenciones de todo tipo: formales, narrativas, históricas y filosóficas. Estamos ante una obra en la que las técnicas predilectas de la vanguardia son usadas sin comprometer su inteligibilidad, pero conservando el espíritu de experimentación y extrañamiento que nos sugiere que Occidente aún está perdido en el siglo XX.