GARCÍA, PILAR / MEDINA, CUAUHTÉMOC
El movimiento estudiantil de 1968, con su terrible desenlace dio paso
al surgimiento de una nueva conciencia social en México. Quizá uno
de los actos más subversivos y de mayor impacto fue el que suscitó
el Instituto de Bellas Artes, cuando lanzó la convocatoria para
a participar en la llamada Exposición Solar, parte importante de la
oferta cultural y artística que acompañaría a las Olimpiadas de 1968.
Como podía esperarse, los requisitos de la convocatoria y el carácter
oficialista del evento fueron duramente criticados por los artistas.
En lugar de colaborar en proyectos culturales del viejo régimen, los
artistas de las nuevas generaciones propusieron la organización del
Salón Independiente, un espacio cuyos aspectos artísticos y administrativos
quedarían en manos de los propios artistas, fomentando así
una absoluta libertad de técnicas y modos de expresión.