Publicado por primera vez en París en 1934, debido a la censura no vió la luz en Estados Unidos hasta 1961, después de más de sesenta juicios.
Considerada por la parte de la crítica como la mejor de sus obras, en su primera novela se sitúa Miller en la estela de Walt Whitman y Thoreau para crea un monólogo en el que el autor hace un inolvidable repaso de sus estancia en París en los primeros años de la década de 1930, centrada tanto en sus experiencias sexuales como en sus juicios sobre el comportamiento humano.