La publicación realizada por El Museo Kaluz y la Universidad Veracruzana y que acompaña la exposición "El Triunfo de la Espiga: 85 años de arte del exilio español" conmemora el legado artístico de los exiliados españoles en México. Su título retoma un verso del poema "Yo te puedo poblar, soledad mía" de Pedro Garfias, inspirado por la experiencia de los niños vascos refugiados en Inglaterra en 1937. La muestra se estructura en cuatro secciones que abarcan diferentes etapas y temáticas del exilio.
"Éxodo y reclusión", presenta obras que reflejan el dolor y la adversidad vividos en los campos de concentración en Francia tras la Guerra Civil Española. Destacan los dibujos de Francisco Marco Chilet, que documentan con precisión la vida cotidiana en estos campos. En cuanto a "La voz antigua de la tierra", reúne obras creadas antes y después del exilio, evocando la nostalgia y el recuerdo de España. Se incluyen retratos y escenas urbanas que reflejan la sólida formación académica de los artistas y su conexión con las vanguardias europeas. Seguido de "Maletas abiertas. La vida en México", aborda la integración de los artistas exiliados en su nuevo entorno. Aquí, se observa cómo lo mexicano influye en su obra, desde paisajes y retratos de indígenas hasta murales que reflejan la vida y cultura del país que los acogió. Finalmente, la cuarta sección, "Trascendencia en la plástica mexicana", destaca la influencia duradera de estos artistas en el arte mexicano. Se exhiben obras de la segunda generación del exilio, así como piezas que muestran la evolución de varios pintores desde la figuración hasta la abstracción. Este texto celebra la resiliencia y la creatividad de los artistas exiliados españoles, cuyo legado perdura en el acervo del Museo Kaluz y en la historia del arte mexicano.
