En una noche despejada y clara, la bóveda celeste parece un tapiz inmóvil. Pero si lo observas con los ojos de la astrofísica, verás que el universo no sólo está en expansión sino que, gracias a la gravedad, forma algo parecido a las cuencas hidrográficas que le dan forma al paisaje. A semejanza de los intrépidos exploradores que navegaron mares y océanos para cartografiar la Tierra, Hélène Courtois se ha dedicado a trazar mapas dinámicos de la posición y el movimiento de galaxias y otros conglomerados de materia estelar, en un incesante esfuerzo por describir el espacio y su evolución; este libro da cuenta del esfuerzo colectivo que llevó al descubrimiento de Laniakea, el colosal supercúmulo de 500 millones de años luz de diámetro y con unas cien mil galaxias como la nuestra. Tendrás que sujetarte bien para imaginar los movimientos del universo, entender los retos a los que se enfrentan hoy los observadores del cielo, conocer la amalgama de ingenio y rigor que se necesita para que la ciencia avance con paso firme. Amena y apasionante, la obra de Courtois es al mismo tiempo un testimonio personal, con recorridos por los principales telescopios de la actualidad en Francia, Australia y Hawái, y la descripción de uno de los hallazgos más emocionantes de la astronomía contemporánea. Atravesar así los mares del cosmos te hará apreciar de otra manera nuestro hogar en el universo.