Como ciclistas, como transeúntes, como un cronista ámbar transparente y dulce, decir lo que se observa, lo que se siente; crear atmósferas de pensamiento percibidas a través de escuchar atentamente, de palpar temperaturas y texturas, de oler y distinguir aromas, de observar con pericia el espacio y los lugares que habitamos; de recorrer cuidadosamente el rostro de nuestros amados compañeres de aventuras y desventuras; así se nos brinda esta antología que recupera poemas de tres libros de Monika Rinck.