La Iglesia Católica atraviesa una crisis muy profunda. Y se trata de una crisis que afecta nada más ni nada menos que la adhesión, por parte de los que se dicen creyentes, a la mismísima Verdad que la funda. En las últimas décadas han aparecido "teologías", que asumiendo un pensar situado en las antípodas de la fe cristiana, han declarado la imposibilidad de la existencia de un intellectus fidei; en consecuencia, han obliterado toda posibilidad de entender el misterio cristiano.