Contrariamente a las verdades categóricas establecidas por la sociedad occidental, el TAO se propone destruir certezas, aniquilar convicciones para, a partir del caos, edificar un pensamiento nuevo que ignore la guerra, la opresión , la codicia, la esclavitud, la humillación, la miseria... y desde ahí, construir un hombre nuevo hecho de tolerancia, humildad y sosiego.