Dorin Tudoran, uno de los poetas rumanos contemporáneos de mayor solvencia creativa e intelectual, llega a las costas de nuestro idioma con un conjunto de poemas, o de piezas que habita la noche, o de sitios liminales que aproximan a la vida y a la muerte; y al mar del día con los médanos nocturnos, depositados dentro de una jofaina que las traductoras Dana Oprica y Clara Janés vierten en estas páginas.
Esta es la carne de un cuerpo expuesto en versos, el poeta es su propio taller. Aquí se reúnen las trazas de su desasosiego, y queda manifiesta la búsqueda íntima de un hombre pesimista, mas no un desencantado que consigue con elegancia y maestría varios momentos de un humor sosegado.
El autor relativiza el mundo y lo deposita, delicadamente, dentro de una lágrima que escurre en la mejilla de Dios, justo antes de que este contemple su propia muerte en la de su hijo, y así, en la de todas las mujeres y los hombres de la Tierra.
Dorin Tudoran es un prominente escritor rumano, periodista y activista político que desempeñó un papel significativo en los movimientos revolucionarios de su país. Nació en Timisoara en 1945, y creció bajo el régimen comunista opresivo de Nicolae Ceau?escu. Se involucró en actividades disidentes a una edad temprana, utilizando su talento en la escritura para criticar al gobierno y abogar por la reforma política de Rumanía.