Tendrías ocho brazos, y aunque perdieras uno te volvería a salir. Tendrías nueve cerebros y te camuflarías muy bien para protegerte de los depredadores. Además, ¡tu sangre sería azul!
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información