El surgimiento de la corriente del naturalismo en la literatura, merced a la pluma decimonónica de Emile Zolá, brindó una especie de piedra de toque para replantarse un arte narrativo "con los pies en la tierra" contrapuesto con la "levedad" de los sueños e ideales a los que el romantisicmo había prestado voz durante buena parte del siglo XIX, mismos que quedaron contrastados con un narrador que no se arredraba ante el "peso" -si recordamos las propuestas de Calvino para un nuevo mileno- de referir las situaciones crudas y terribles que suelen presentarse en el devenir de nuestra especie.
De igual forma que Zolá y Flaubert, Juan Gerardp Aguilar, en los relatos que conforman el presente volumen, no vacila al enfrentarse con las crueles y extrañas situaciones que acaecen sobre el ser humano de las primeras décadas de la centuria número XXI, en uno de los escenarios que se ha convertido en el sinónimo de ubicuidad de la actual civilización: el hotel.
