Lo importante en el Quijote no es que Cervantes se disculpe de estar escribiendo esto o aquello, o de haberlo escrito, sino que sintiera la necesidad de incluirlo en ese conjunto, y que sintiera el ritmo de su imaginación moverse en la dirección en que se mueve y con el aire y el tono en que lo hace.
Cervantes ha sido quien ha definido con más exactitud la composición barroca: "Orden desordenada..., de manera que el arte, imitando a la naturaleza, parece que allí la vence" (cap.L). El arte barroco cubre su orden estricto con un desorden que imita a la Naturaleza, y así la vence. ante la obra barroca, la mirada se siente deslumbradoramente desorientada por el desorden; pero la sensiblidad y la inteligencia encuentran siempre el orden que el artista victorioso exige e impone para hacerlo florecer desordenadamente.