Ricardo Garibay fue un escritor de verdadero talento y un enemigo acérrimo de la insinceridad. Por ello, tenía la rara virtud de hacer enfadar a medio mundo; ese medio mundo donde no faltan los mediocres y donde no escasean los enfermos de vanidad.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información