RESIDENCIA, LA
AREVALO, JULIETA
Una viudez, una caída, el cansancio de cargar con todo, la soledad que se volvió rutina: así llegaron ellas a la residencia, cada una con una historia a cues-tas. Algunas traían una maleta ligera; otras, un corazón lleno de cosas imposibles de empacar. Lo que comparten es ese último tránsito: la vejez como espacio de recuerdo, pero también de transformación.
Capítulo a capítulo, se revelan los fragmentos de vida que once viejitas —y una cuidadora - arrast-ran: ausencias, amores que ya no están, decisiones ajenas, pequeñas rebeldías que aún pueden permit-irse. Son estampas íntimas, melancólicas y a veces có-micas, donde lo cotidiano tiene el peso de lo sagrado.
Esta novela coral, escrita con oído para los silencios y tacto para lo frágil, da voz a esas historias mínimas que resisten incluso cuando todo parece haber terminado.
Porque en este último hogar —que no siempre es el final de la historia— aún caben la amistad, el deseo, el humor y la esperanza.