A la luz a los vivos y escarmiento a los muertos, Roberto Gómez Solana revela a los lectores la trascendencia discursiva de un escrito aparentemente anecdótico, al que don Juan dedicó sus últimos meses y concedió una importancia que no puede explicarse sin penetrar en las honduras de diferentes registros: la sociedad aurisecular española (donde se insertaba la Nueva España), la política postridentina de la Iglesia católica, los deberes pastorales de los obispos y la compleja consolidación del Purgatorio como tópico de transición para las almas que aguardaban el Juicio (y que podían recibir el apoyo de sus deudos mediante oraciones, misas y buen comportamiento). Es un admirable esfuerzo intelectual para justificar los alcances ideológicos de las anécdotas de apariciones que tuvo una monja carmelita española del siglo XVII, que impactó a la jerarquía eclesiástica de su tiempo y que don Juan de Palafox y Mendoza consignó con especial dedicación. De los numerosos relatos o ejemplos y de las más de doscientas veinte apariciones que figuran en el libro de Palafox, Gómez Solana seleccionó unos cuantos casos, los más idóneos, para explicarnos las consecuencias ideológicas que tuvieron la configuración del Purgatorio como lugar y "espacio" en la escatología cristiana y el culto a las ánimas que se purifican en ese espacio. Pocas veces tenemos la oportunidad de acceder a la coherencia teórica y a la pertinencia de los conceptos, así como a la seguridad de un manejo correcto de las fuentes analíticas. Seguramente todas esta virtudes emanan del origen académico del texto, la abundancia de controles y la lenta preparación del manuscrito que merecidamente llegó a convertirse en libro.
