La octava novela del Premio Nobel de Literatura 2010 comienza con el descubrimiento de un cuerpo brutalmente asesinado de un joven aviador llamado Palomino Molero, de una cercana base militar en el norte de Perú. En un escenario dominado por la corrupción, y donde los prejuicios y desigualdades conforman la realidad social del país, la verdad acaba convertida en verdades diversas que se confunden la una con la otra en un alucinante juego de espejos. A través de una atmósfera que deslumbra y atrapa, este libro refleja fielmente el clima de una época y denuncia los excesos del poder.