La obra de Carlos Vadillo transcurre en el viejo Madrid de estudiantes y de inmigrantes, "marcha", junkies y cafetínes de mala muerte así como en una ex-hacienda henequera hoy convertida en un hotel para extranjeros y millonarios. En el México de principios de los años 20; en el mundo de la Academia literaria o en un pequeño departamento de la colonia Roma.