La política, nos dirá Platón, es causa del bienestar del Estado que debe favorecer el bien público y no el bien particular, porque el interés común liga y une las partes del Estado, mientras que el interés privado las desune. Por ello, la política es la única vía efectiva para ejercer una moral social e individual, y para que los asuntos políticos formen al ciudadano tanto en el actuar como en el decir, para hacerlo buen ciudadano.