Puede que Melody Gallard sea la hija de una leyenda de la música, pero su mundo está muy lejos de ser glamuroso. Se pasa los días restaurando libros antiguos y evitando los focos (ya tuvo suficiente con una foto suya en los tabloides, gracias). Pero cuando un productor le ofrece una considerable suma de dinero por reunir al grupo de su madre en televisión, Mel empieza a preguntarse si ha llegado el momento de darle un giro a su apacible vida y reencontrarse con él: la única persona en el mundo, aparte de ella, que podría enfrentarse a las divas del rock and roll.
Beat Dawkins, el hijo de la solista principal, es la antítesis de Melody: la cámara lo adora, podría encandilar a cualquiera y su madre no es una líder de culto en potencia. Aun así, él y Mel podrían haber sido mejores amigos de no haber sido por la disputa que separó a la banda para siempre. Cuando se conocieron siendo solo adolescentes, Mel sintió una chispa instantánea, pero eso no fue nada en comparación con la salvaje e intensa atracción que surge entre ellos cuando se embarcan en la disparatada misión de convencer a sus respectivas madres para que se reúnan en una última actuación. Mientras lidia con las excentricidades de las estrellas del rock, un equipo de rodaje 24 horas al día y multitud de fans entregados, Mel empieza a salir de su zona de confort. Con Beat a su lado, animándola, nunca antes se había sentido tan comprendida. Pero la Nochevieja está a la vuelta de la esquina, y un antiguo escándalo está a punto de arruinarlo todo: el reencuentro de las Steel Birds, sus relaciones con sus respectivas madres… y su recién encontrado amor.