Mente de escrutadoras analogías, el autor propone al poema como herramienta de reflexión y discreto zoológico de rarezas domésticas, al que parecen prendérsele toda clase de divagaciones tan delirantes como sugestivas.
Pensar un poco acerca de cualquier cosa –pareciera decirnos– nos lleva a la esencial rareza aún de lo más sencillo. Siempre pendiente, asimismo, de la exactitud en la escritura, hasta en lo más inasible de las abstracciones, rara vez hay lugar para el dispendio verbal. Cada poema de Luigi Amara es un pensamiento cazado en la cabeza. Las palabras aquí son calculados trazos para que la idea se rinda.