En Noche fiel y virtuosa Glück abandona las máscaras mitológicas de su obra anterior para mirar desde la vejez directamente al horizonte de la muerte en una serie de poemas en la que un sujeto lírico femenino se alterna con la voz de un alter ego masculino: un pintor inglés que aborda el silencio y el lienzo en blanco del tramo final de su vida. La niñez y la vejez, la noche y el día, el pasado y el futuro, la realidad y la ficción, la blancura de la nieve y la oscuridad de los jardines, el rey Arturo y el psicoanálisis se unen en una circularidad de viajes donde se despliega, con un tono onírico, su aceptación de la muerte, resignada, audaz y curiosa al mismo tiempo.