NO ME GUSTABA, PERO ES TRABAJO

NO ME GUSTABA, PERO ES TRABAJO. MUJER, TRABAJO Y DESECHABILIDAD EN LA MAQUILA

Editorial:
BENEMÉRITA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE PUEBLA
Año de edición:
ISBN:
978-607-402-008-3
Páginas:
182
Encuadernación:
Rústica
$ 145.00
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La presente obra indaga a partir de una etnografía, basada en la observación participante, el caso de una maquiladora coreana ubicada al sur de la Ciudad de Puebla. La obra pone énfasis en el proceso de trabajo y en las relaciones laborales, -que viven las trabajadoras manuales, operarias y supervisoras- impregnadas de prácticas de género y patriarcado que posibilitan y permiten la superexplotación de su fuerza de trabajo, elemental para el funcionamiento del sistema maquilador. Asimismo se indaga en la cotidianidad de la vida de las trabajadoras fuera del lugar de trabajo, quienes tratando de escapar de la monotonía y la fatiga que es cortar, planchar, coser o simplemente quitar folios durante diez horas al día, se permiten cierto tipo de ocio, si bien limitado por el raquítico salario, es esencial ante la enajenación que provoca dicho trabajo. El análisis parte de una perspectiva marxista, ubicando los argumentos sobre género, trabajo y relaciones hegemónicas, explicando el cómo y el porqué la fuerza de trabajo femenina es preferida por el sistema maquilador, sin dejar de ver que en la actualidad se acentúa más la masculinidad de la fuerza de trabajo en la industria maquiladora de prendas de vestir, ante la precarización de los mercados de trabajo. La etnografía identifica que el sistema maquilador de prendas de vestir echa mano de mujeres jóvenes solteras, madres solteras y mujeres casadas, quienes proporcionan ganancias a la maquila, ya que el sostenimiento y el desacato a las reglas laborales se traducen en una conjunta mano de obra que representa valor. La fuerza de trabajo que crea más valor del que produce, se le añade el valor de su ausencia. En este sentido la mujer es valorizada como fuerza de trabajo que caracterizan las relaciones sociales de producción en la actual acumulación de capital permea en conjunto a la sociedad, sin embargo como mujeres y trabajadoras de la maquila, el respeto a la dignidad se defiende día a día ante la descriminación y subordinación que caracteriza a este mundo de trabajo.

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