Un libro encantador con un tema universal: los pequeños desafiantes. El pequeño Conejo ha aprendido una nueva palabra y no teme sobreutilizarla. Mamá Coneja es increíblemente paciente hasta que llega el momento sensible de la última página, cuando su hijo da un rotundo sí a las caricias. Esto hace que todo cobre sentido y demuestra la increíble función de la madre.