Música de cañerías: la música catarral del agua caliente abriéndose paso por los radiadores de míseros hoteluchos de Los Ángeles: una buena banda sonora para las historias de Bukowski en este nuevo libro.
«Ernest Hemingway y Henry Miller están vivos y jodidos y viviendo en un cuartucho de alquiler en East Hollywood –así podría uno pensar después de leer este libro–. Sórdido, obsceno y violento, el Los Ángeles de Bukowski se parece más al París de Miller que al de Hemingway, pero nuestro guía a través de este submundo está más próximo al lacónico estoicismo de Hemingway que a las rapsodias apocalípticas de Miller. Vidas de tranquila desesperación explotan en actos de violencia aparentemente fortuitos e inmotivados. En cada relato aparecen impulsos homicidas nacidos de frustraciones para las que no hay cura posible» (Los Angeles Times).