A lo largo de los tiempos la mujer se ha debatido entre las sujeciones de usos y costumbres propios de cada cultura.
Es en el siglo XX cuando la feminidad emerge del vacío, el velo de la sombra, el misterio y la carencia de posibilidades significativas. Ese despertar ha logrado incorporar nuevos nacimientos, surgimientos que han establecido eslabones de conocimiento de generación en generación. Saber colectivo, en la subjetividad femenina más libre y creador.