Para doña Magda recordar es un acto de creación y recreación. El regodeo entre lo imaginado y lo vivido en combinación con un secreto de familia guardado por setenta años.
Doña Magda narra a su amigo Vicencio la historia de Gabriel, su amado héroe de la Revolución.
Revela hechos sorpresivos y los entreteje a su existencia. Surgen memorias de la hacienda de San Roque, en Tepeyahualco; de amores eternos e imperdonables mentiras.