Miguel Aguayo López Urbina es uno de los ejemplos contemporáneos de virtuosismo artístico y literario. Su prestigio como artista ha recaído en sus múltiples producciones e incursiones en la pintura, escultura y dibujo, complementando estas actividades con la poesía, los ensayos y la novela. Este texto es un producto de un incansable viaje que comenzó en París hace casi cincuenta años y de su fascinación por el mundo en torno a Vincent van Gogh.