Tristeza, angustia, decepción, ira, temor...
Durante años se les ha enseñado a las mujeres que "es más seguro no expresar emociones negativas".¡Menos aún hablar de ellas! Y así muchas transitan la vida reprimiendo lo que sienten, callando y entregando "su voz" y su derecho a ser felices, a los demás.