La poesía de Mariano Morales son rallas dolorosas en la piel de lo que perdura, un sncero grito de aflicción y de espera. Construye con la pena de la pérdida y el placer del recuerdo que se transforma en goce, el goce de la añoranza sin tacto; y a la vez, en su poesía la emoción camina por una piel trémula, que no es añoranza sino presencia sensual que se impone... perturbadora.
Federico Silva