No es necesario decir que, desde que se me ocurrió la idea de redactar un Manual de flora fantástica, he ido acumulando una enormidad de apuntes, libros, ensayos, citas, alusiones mitológicas, poéticas y literarias sobre la materia. Concebido hace muchos años, este libro (como toda selva) es por naturaleza inconcluso. Como pronto lo descubrirá el lector, no es éste un libro histórico, ni científico, ni antológico, sino la aventura literaria de un profano en el tempo del sobrecogedor universo de la flora natural y la legendaria, que han arropado y deslumbrado la existencia de todas las artes y culturas.
Eduardo Lizalde.
