Es La llave de plata un libro en que se consignan ideas, impresiones y apuntes acerca de un tema que ha sido pocas veces analizado con profundidad y detenimiento por los especialistas en asuntos literarios: la enriquecedora relación entre los llamados poetas de la Generación del 27 y el poeta toledano Garcilaso de la Vega. Por una inercia comprensible, muchos críticos se decantaron durante el siglo pasado -y el presente- por vincular esta generación con el magisterio y con la obra de Góngora y Argote, sin embargo, hay otros filones que merecen ser explorados y que sirven para empezar a entender el papel integral de la tradición, la lectura y la inspiración en escritores tan memorables como lo son Luis Cernuda, Manuel Altolaguirre y Pedro Salinas.
Esta obra, precisamente se ocupa sobre todo de los ensayos y de los versos de ellos y establece reiterados diálogos ente lo moderno y lo antiguo, entre el mundo de las vanguardias y el mundo del Renacimiento en España. No busca este libro -La llave de plata- las influencias, sino las presencias y las ausencias garcilasianas en los testimonios y en los documentos revisados; no atiende, entonces, mecánicamente los vínculos, sino que subraya la potestad de la tradición como un vehículo legítimo para rastrear las conversaciones de los vivos con los difuntos, tal y como lo propuso alguna vez Quevedo.