El kitsch como “categori´a” este´tica es el resultado de una angustia particular. Lo kitsch esta´ en todas partes: en una figura, en la voz, en la poli´tica. Hay familias kitsch, padres kitsch, colores misteriosamente kitsch. ¿Tal vez este concepto es producto de una ausencia o li´mite del lenguaje ante el cual no queda ma´s que el gusto sin forma, carente de espacio simbo´lico? ¿Ma´s que una categori´a este´tica, se trata del recurso de un determinado sistema de produccio´n? El silencio de la realidad tiene muchos rostros, uno de ellos es el kitsch. Alonso Posada Majluf plantea en este libro una reflexio´n cri´tica sobre este concepto, en especial sobre su lo´gica y sus me´todos de operacio´n. [...] “lo kitsch permanece igual de estorboso en las calles despue´s de haber sido elevado a obra de arte en un museo, la adoracio´n ingenua de los i´dolos de telenovela, las decoraciones grotescas de lo dulce seguira´n perturbando aunque se hayan exhibido en un museo y se haya gozado con ellas porque lo kitsch es el juicio, no la obra.”