Este libro se ocupa de la justicia social en relación con la amplitud de la intervención del Estado y los bienes públicos que éste ofrece para satisfacer los deseos y las necesidades de los ciudadanos. En sus páginas se analizan diversos paradigmas y se discuten tesis como las de Robert Nozick y John Rawls, poniendo de relieve que sí es posible un Estado altamente interventor, normado por principios de justicia, que verdaderamente defienda los derechos de los individuos en materia de libertad política, educación, salud e, incluso redistribución del ingreso.