"Leer a Kurt HAckbarth fue descubrir a un narrador original, con gran sentido del humor, tan pronto capaz de mezclar el cuento clásico con la puesta en escena, tan poderoso en los diálogos, como en la mirada sobre asuntos de lo cotidiano o de lo insólito, lo rural o lo urbano", dice Mónica Lavin en el prólogo de Interrumpimos este programa, libro en el que el autor explora diversas realiddes tanto fantásticas como habituales de México y Estados Unidos, en el que el lector nunca deja de ser público, agente externo, de un museo móvil, de una obra de teatro itinerante, de una casa de los espejos, de ese circo que es la vida y en la que el fenómeno siempre está en escena e, irónicamente casi nunca en la mirada del espectador.