INFAMIA, LA

INFAMIA, LA

Editorial:
PASO DE GATO
Año de edición:
Materia
Teatro
ISBN:
978-970-95432-1-6
Páginas:
15
Encuadernación:
Grapado
Colección:
Cuadernos de Dramaturgia Mexicana
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La Infamia es la última obra de Oscar Liera y era parte de un proyecto de textos de un acto que pretendía escribir a partir de una obra anterior: Las juramentaciones (1981), que es la historia de cinco mujeres, las De Ibarra, que hacen un juramento para mantener los secretos que ponen en riesgo su buen nombre. Parte importante de esos secretos son las vidas de los hombres De Ibarra: Tobías, Eusebio, Daniel, Román, Jorge y Damián. "¿Para que sirven los hombres? Insectos, insectos llenos de pelos que vuelan entre las flores y que tienen como única misión en la vida fecundar con sus horrendas patas y luego pueden abandonarse a morir por la asfixia. Pero una, como mujer, no puede dejarse perder entre las patas de ellos. Una, se queda allí, progresando en la fecundación y en espera del hijo".
La idea central de Oscar era darles voz a los hombres de la familia y réplica a las del clan de Cornelia de Ibarra. Desafortunadamente esta empresa queda trunca con la prematura partida del dramaturgo sinaloense, quien sólo pudo escribir La infamia, la historia de Tobías, tío de Damián y esposo de Elodia, los personajes que aparecen en esta obra.
La infamia se escribió ocho años después de Las juramentaciones, y a pesar de que proviene de ésta, es la otra cara de la moneda, en cuanto al tratamiento de los personajes y de la escritura misma del texto. Sin embargo, en ambas subyace una de las constantes de Oscar como dramaturgo: su afán de desenmascarar esa parte del ser humano que se convierte como una segunda naturaleza y que es el vivir de las apariencias. La gente no habla con la verdad, ni vive como quiere por temor a las familias, al que dirán; esto es muy claro cuando Tobías, el personaje central de La Infamia, dice: ´En esta familia todos son unos embusteros, se han inventado una historia que no les pertenece, son personajes de sus propias historias y yo también soy un personaje de sus cuentos´ o como lo sintetiza de manera magistral en boca de Hilario en El jinete de la Divina Providencia: ´A la gente no le gusta la verdad, Adela, la verdad es como el limón en los ojos, arde mucho, pero luego los abre más y se ve más claro.
Rodolfo Arriaga.

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