El Ilusionista MM es único libro que presenta la infancia de Marcial Maciel, ángulos de por sí oscuros que el protagonista solo revelaba a sus íntimos, exaltado por un fogonazo de morfina, queriendo celebrar sus travesuras de niño. Antecedentes reveladores de las intenciones reales que lo motivaron a ingresar al seminario de Jalapa, del que fue expulsado debido a su compulsión sexual, y después al seminario de Moctezuma dirigido por Jesuitas, expulsado por las mismas razones, para dejar claro que el afán de hacerse cura, de fundar una obra misionera, surge de la necesidad de una vida cómoda, lejos del agobio de "Poca Sangre", (rancho familiar) donde tenía que desriñonarse para desyerbar frijol, vida en extremo ruda para su pereza genética, que no las beaterías de quimeras con voces del Espíritu Santo, aparte el placer de tener niños para su regocijo sexual.
La rudeza del campo lo hizo madurar la idea de buscar una vida fácil sin trabajar, roderase de niños para gratificar su compulsión bajo el camuflaje religioso que lo libraría de cárcel, aparte de la perfecta excusa para limosnear a cuenta de misiones que tendría en un futuro, durante su vida de simulación y engaño.
Durante su larga trayectoria sobresalen elementos distintivos de su carácter, El Engaño, como alma de su actividad, El Sexo, como herrmaienta multifuncional que lograría los éxitos económicos, y la ambición por el dinero para comprar poder e impunidad ante las autoridades del Vaticano, y las civiles de todas las naciones donde logró implantar su presencia de sota y fauno. No extraña que el mismo protagonista confiara tanta información a quien eligió para ser "su evangelista".
