En estos poemas que conservan la nostalgia y el valor de la propia vivencia, Santos Velázquez inicia este libro que narra el nacimiento de una ciudad, sus constructores; desde el sueño y la nostalgia de quien la contempla siendo niño, en las hazañas de esfuerzo y trabajo, paso a paso, sueño a sueño, así como la sólida convivencia que la nutre al edificar calles y casas.