Este libro viene a enriquecer el panorama literario mexicano pues, a parte de cómo nos cuenta esta obra, el género escapa a la clásica catalogación que separa en compartimientos la poesía, el cuento y la novela; pero lo hace para ser más clásico e iconoclasta al mismo tiempo porque se convierte en un cantar épico moderno, en un juglar urbano que narra con versos y nos da estrofas como si fueran viñetas mostradas cuadro por cuadro.