QUESADA MARTÍN, JULIO (COORD.)
Heidegger y el partido nacionalsocialista comparten un punto de partida: el final de la filosofía o, mejor, su enterramiento.Heidegger es notario, cronista y sujeto agente de una muerte que no es muerte natural sino causada por un tiro de la conciencia.Además, entra de lleno en la autoría intelectual del holocausto al afirmar -con los campos de la muerte ya funcionado- que la selección racial debe ser metafísicamente institucionalizada.