Carlitos quiere desesperadamente que Inés se fije en él. Pero, haga lo que haga, no lo consigue. Un día Inés aparece en clase con gafas, él cree que ese era el problema y que ahora, finalmente, lo verá. Pero no hay manera… Eso sí, las gafas de Inés han hecho que todo el mundo la mire. Carlitos piensa que si también él llevara gafas, Inés se daría cuenta de que existe.