Fritz Lang, considerado como uno de los máximos exponentes del cine expresionista alemán, destaca por la ambigüedad y el atractivo de la contradicción. Desde los inicios de su carrera se distanció verbalmente del expresionismo, quedando, no obstante, enmarcado bajo esta categoría dentro de la Historia del cine.
En este libro se analizan las relaciones estilísticas entre la principal corriente de vanguardia alemana y sus películas, mediante un ejercicio comparativo en el que el lector hará un recorrido por sus grandes títulos, desde Metrópolis, hasta Perversidad, pasando por M, el vampiro de Düsseldorf. Sin embargo, no es un libro centrado exclusivamente en el ámbito cinematográfico, sino abierto al diálogo con otras artes, como la pintura o la arquitectura, teniendo en cuenta que las conexiones existentes entre ellas otorgan una perspectiva más amplia en cuanto a la concepción de los filmes en su conjunto y contexto. Por ello, es sustancial el análisis del cine de la República de Weimar, complejo y ecléctico, y la definición del término oscuro-expresionismo, concepto que intenta aclarar algunos de los problemas englobados en esta corriente.
En definitiva, y con las dificultades que conlleva enfrentarse a la obra de un genio, el lector se adentrará en la vida y la obra de Fritz Lang desde una perspectiva artística y estética, mediante la que se pretende actualizar el estudio de su carrera, siendo importante el aspecto biográfico con los conflictos que presenta, ya que la concepción de su figura, encumbrada y llena de luces, dista de otras versiones expuestas en este texto, en las que se aprecian grandes sombras; cuestión difícil de aceptar y que le baja del pedestal en el que se le sitúa.