Las fábulas y los apólogos han sido considerados, tradicionalmente narraciones que por su propósito educativo están dirigidas en particular a los niños. No obstante, estoy convencido que éste género literario puede constituirse en un elemento activador del aprendizaje de valores y actitudes positivas en todas las personas, independientemente de su edad pues, en esencia, los seres humanos nunca dejamos de aprender.