La escritura de Norberto de la Torre se puede concebir como una exploración en un cajón de sastre, donde los objetos misceláneos no esperan ser usados de nuevo sino que pierden su uso original y son reinventados. Un botón pasa a ser ahora un escudo para un soldadito de plomo. Una perla perdida de su serie será ahora un balón de futbol para una mesa donde se juega un partido más importante que el tratado que señaló el fin de la guerra en los Balcanes. Esa necesidad se llama poema: poema en su materialidad lingüística. Poema para que el lenguaje se recuerde pieza de intercambio, gastada por las manos que la suceden.
