La obra poética de José Kozer registra una experiencia extrema del lenguaje. En el español actual no existe una tentativa tan vasta y compleja como la suya. Sus poemas condensan la más alta densidad sintáctica y un plexo léxico y sonoro que desfigura la gramática tradicional de la poesía, incluso la del verso libre. Esta tentativa que incuba su propia contradicción es tal vez la esencia de su poesía. Detrás de la profusión textual y de la inagotable reserva lingüística y sonora de sus poemas, hay una certidumbre: la escritura es disolución, incapacidad de comunicar, clausura. Los poemas que componen este volumen, escritos en un pequeño poblado alemán al sur de München, son una muestra de esta visión.