Un emocionante breviario sobre una manera de estar y comportarse en el mundo. Un catecismo laico para caminar, para no dejar nunca de pensar en medio de este mundo ruidoso y automatizado. César A. Molina, ABC Cultural Delicioso tratado de lo que sucede cuando a un pie le sigue el otro, y al otro le sigue una idea, y a la idea, un pensamiento, y al pensamiento, una reflexión. Heraldo de Aragón Caminar es una evasión de la modernidad, una forma de burlarse de ella, de dejarla plantada, un atajo en el ritmo desenfrenado de nuestra vida y un modo de distanciarse, de aguzar los sentidos. David Le Breton mezcla en Elogio del caminar a Pierre Sansot y a Patrick Leigh Fermor, pero también hace que Bashô y Stevenson dialoguen sin preocuparse por el rigor histórico, pues el propósito de este exquisito libro no radica ahí, se trata solamente de caminar juntos, de intercambiar impresiones, como si estuviéramos en torno a una mesa en un albergue al borde del camino, por la tarde, cuando el cansancio y el vino nos hacen hablar.